Un viaje a New York

En junio del 2011 recibí la grata noticia que me comunicaba que me habían concedido una beca para estudiar el inglés en el extranjero. Sin más preámbulos, un par de amigos míos y yo comenzamos a organizar el viaje hacia Nueva York. En este blog quiero representar lo que hice durante todos los días del viaje y como me desenvuelvo por esas tierras, ya que también es el primer viaje que hago en el extranjero.

Día 25 y 26: Llegada a Madrid

A las 8 de la mañana llegamos a Madrid. Empezaba lo peor. Esperar al autobús, pues el autobús pasaba a las 22:45, ya que no había ninguno más temprano.

Nos dedicamos a hablar y mantenernos despiertos todo el tiempo posible. Yo me dormí un poco, pero poco rato y, según Antonio, hablé en sueños. Luego comimos en el McDonald (¡otra vez!) y buscamos un enchufe para poder entretenernos viendo Elfen Lied.

La serie nos duró poco menos de 4 horas, pero bueno, al menos algo hizo. El resto del viaje nos dedicamos a hablar o jugar al iPad, que tenía varios juegos a los que podíamos jugar los dos. También aproveché para seguir leyendo, que estoy leyendome el libro de Tormenta de Espadas, Cancion de Hielo y Fuego 3.

Cuando quedaba menos de una hora para que llegase el autobús, preguntamos donde era, nos lo indicaron y salimos para afuera. Justo al salir llegó el autobús, preguntamos si era ahí (nos respondieron mal, el conductor era algo grosero) y nos montamos a esperar a que arrancase  (tardó 30 minutos).

En el camino de vuelta si conseguí dormir, ya que llevaba cerca de 36 horas sin hacerlo y el día anterior había dormido poco. Pero no quise dormir mucho porque tenía la corazonada de que como me durmiese nos pasabamos la parada.

Al llegar a Elche a las 5 de la mañana tuvimos que esperarnos a las 6:30 para poder coger el tren destino Beniel, donde nos recogerían nuestros padres. La estación la abrieron a las 6:15, así que tuvimos que comprar rápido los billetes de tren para que no se nos escapase.

El viaje de tren de vuelta fue bastante ameno, apenas 45 minutos, y al llegar sólo tuvimos que esperar a que llegasen nuestros padres. El mio llegó a los 5 minutos, pero el de Antonio llegó una hora tarde por una confusión horaria (o algo así).

Así que nos despedimos, que ya estabamos hartos el uno del otro, y nos fuimos a casa. Lo primero que hice fue dormir y después comer un delicioso plato de carne empanada con queso y mahonesa en un pan tostadico.

¡ESO ES COMIDA DE VERDAD!

Y con esto, mi viaje ha terminado. :-)

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